Rashad Evans superó con creces
la última prueba que lo alejaba de la tan anticipada pelea por el título frente
al campeón y ex compañero Jon Jones. El ex monarca de las 205lbs
exhibió lo mejor de su repertorio frente al joven talento Phil Davis, superando a éste
en cada una de las facetas del deporte.
En los papeles, este
debía haber sido un combate sumamente reñido entre dos aspirantes al título
máximo de su categoría. La realidad indica que Phil Davis aún está ¨verde¨
para apuntar a lo más alto de su división y si bien tiene un futuro brillante en la
organización, son éstas guerras las que forjan a los grandes campeones. Este ha
sido un bautismo de fuego para el ex luchador de la universidad de Penn State,
que enfrentó a un oponente del más alto calibre como nunca antes en su carrera.
La primera mancha en su impecable récord profesional (9-1).
Evans exhibió un wrestling defensivo de primer
nivel, defendiendo los derribos con un muy buenos sprawls y capitalizando los
errores de su oponente. Siguió el libreto a la perfección y no se dejó llevar
por el fragor del público en ningún pasaje del combate. Bien pudo haber jalado
el gatillo en un par de ocasiones, pero prefirió no quedar expuesto a la contra
de un Davis que se mantuvo siempre en combate:
¨Sentí que podía
terminarlo, pero no tuve la oportunidad para lanzar esos golpes fuertes. Estoy
un poco desilusionado con eso. Cuando peleas con un hombre tan duro como Phil
Davis esas cosas pueden pasar¨ expresaba Evans inmediatamente después de la
victoria.
La superioridad
también se evidenció en los intercambios de pie. Rashad fue veloz y preciso con sus
combinaciones mientras que su rival pareció fuera de timing. Dos patadas de
Davis fueron atrapadas y aprovechadas por Evans para concretar dos derribos. Rashad sacó
dividendos con su jab, una herramienta
sumamente efectiva y poco utilizada en las Artes Marciales Mixtas. Las
combinaciones del campeón de la segunda temporada de ¨The Ultimate Fighter¨
eran respondidas con tímidos envíos a una sola mano de Davis.
¨Sugar¨ se sintió
como pez en el agua cuando el combate se desarrolló en la lona. En un par de
ocasiones, consiguió la montada cruzada y con el crucifijo dejó a su rival
totalmente indefenso. Una faceta que no conocíamos en Rashad.
Su próxima cita será
el 21 de abril en Atlanta en la pelea de fondo del UFC 145. Jon Jones será quien lo
espere en la otra esquina del octágono. El campeón pondrá en juego su título y
el honor de su equipo al que Evans decidió abandonar hace ya varios meses. Los
dos conocen sus fortalezas y debilidades lo que hace a este
combate aún más intrigante.
